Sonrisas o lágrimas~

Sábado, sábado de fiesta continua, de música, de risas, de felicidad... Una mañana no tan normal, pero tampoco tan epecial como para lo ocurrido, tranquilidad con mis amigas, música de sus manos, risas de aquellas palaras. Nuevas caras, nuevos pensamientos, nuevos sentimientos. Otra vez más puedo notar como lentamente un sentimiento tan bonito se apodera de mi pensamiento hasta el punto de no apartarlo de mi cabeza durante días, semanas...
Noto como fijo mi mirada en él y él en otra, tan normal, ojos azules, pelo rubio, sola... Tan extremadamente normal para mí que ya ni si quiera dolía, pero quién me podría demostrar que por una vez mi torpeza serviría para algo más que no fuera hacerme daño físico, no, me valió para encontrar a un alma perfecta.
Un poco de risas, otro poco de falsos enfados, algo de pastel y, zas, me gusta.
Buscaba mi boca, rechazaba la suya, encontrando su cueyo, mis manos junto las suyas, pero tarde o temprano acabaría cediendo, y besándole,  empezando así algo precioso, perfecto, demasiado perfecto para ser real.


 

Otro más.

Un nuevo año que empieza, otro año que acaba.
No sé si soy yo la que se queda atrás, o es el mundo el que va más deprisa. 
365 días que han pasado volando una vez más, como con prisa, corriendo sin mirar para atrás, dejando a lo lejos sonrisas y lágrimas, carcajadas y llantos. Dejando ir tantas ilusiones y tantos fracasos. Cosas que necesitas olvidar siguen permanentes en ti, y, sin embargo, ese momento tan perfecto, tan bello, tan bonito, tan seguro, se borra lentamente de mi memoria, como síntoma del Alzheimer. ¿Por qué?, ¿por qué es tan dificil seguir adelante sin mirar atrás, con tu recuerdo permanente?.
 

Papel, pluma y yo.

Una simple noche de primavera, bajo un cielo negro estrellado. Sobre mí, la inmensa oscuridad, por debajo de mí, una fina manta colocada sobre y húmedo césped, bañado por el rocío de la noche.
En mi mano, una papel y una fina pluma a la que le tengo mucho aprecio, ya que es mi confidente, la que guarda mis secretos, la que me ayuda a expresarme, la llave de mi sinceridad propia. 
Comencé a redactar un texto, cansada ya de todo, pensando en lo que hacer y en lo que no:
-Me siento perdida, confundida dentro de mis propios sentimientos. Siento que todo lo que he dicho no sirve para nada, siento que todo lo que me ha dicho ha sido falsedad, burla y más falsedad. Un sentimiento dudosamente estúpido se apodera de mi cada vez que su nombre me asalta a la memoria. Mis neuronas no dan a basto, solo procesan su información, sus recuerdos, sus miradas, me piden clemencia. Hoy pienso que todo lo que he confesado no ha servido para nada y presiento que así seguirá hasta que no aclare las cosas un poco, hablarlo, dejar las cosas claras. Pero conpréndeme, ponte en mi lugar, piensa que tu eres yo, con mis sentimientos, y que yo soy tu, con tu arrogancia.
¿Qué ves ahora? ¿Que sientes ahora que estas en mi lugar? Esa forma de trabarme que tienes, esa manera de ignorarme que posees, pasas de mi tan olímpicamente que tendría medalla de platino si fuera deporte.
Te admiro, en el fondo te admiro. Sé que te veo como algo que supera algunas de mis virtudes, que que ni si quiera me iguala en otras. Que tonta fui, que estúpida soy y que inútil seré toda mi vida, lo seré si sigo actuándo así, como contigo. Puedo ver como he dejado pasar mi oportunidad a tu lado, dando lugar a una rara sensación y peor relación.
Pero, al fin y al cabo, cuando acabé de escribir y comenzé a llorar, me aclaré, quemé aquel papel, quemé mi pluma, me desize de mi confidente, me olvidé de mis errores. Me di cuenta de que todo esto no se va a solucioner escribiéndolo, sino diciéndoselo, hablándolo, trantando de entenderlo.

Un nuevo sentimiento hacia tí

Que me incita a mirarte y preguntarme: ¿A qué punto da gilipollez he llegado? Dios, como me equivoqué. Pensar en que te he pensado y seguirlo haciendo.... ¿Pero que estoy haciendo con mi vida?, debería aprovecharla en escribir en mi blog, o en aumentar mis recursos matemáticos, o científicos... ¿Para qué serviría?, ¿De qué modo mejoraría si de todos modos tu vas a seguir ahí? 
Así no se puede llevar una vida normal y feliz, que va, que va, ¿normalidad? te conozco y al hacerlo la pierdo. 
Que tienes tu la llave y tu la has perdido, que eras tú el que tenía ese poder, y lo he perdido, que eras tú el que me robaba las sonrisas, y ahora me las reservo.
¿Que qué motivos tengo? Una caja de sorpresas desde aquel día, ahí es donde lo guardo todo, junto a la copia de la llave.
Y volverme hacia atrás y preguntarme... ¿en realidad a eso que guardo lo puedo llamar motivos? ¿ Enserio creo que todo esto ha sido de mentira de pega?
No, no lo creo estoy segura.
Debo pensarlo, lo sé, debo hablarlo, también pero... ¿con qué derecho me pongo yo frente a ti y  te canto las cuarenta? Que va, que va, ahora mismo es imposible el llevar a cabo esa acción, totalmente imposible...
Pero tranquilo, ya llegará ese momento en el que me revele, en el que te lo suelte a la cara  y en el que te diga y te demuestre lo que te has perdido. Ya llegará mi momento, mi querido amigo.

Y el simple y real hecho de...

... quererte, soñarte y verte diariamente, ocultando mis sentimientos, como siempre, sin ser capaz de mostrártelos. Una vez más me callo y sufro, con mi orgullo por delante antes de hablarte o simplemente dedicarte un simple mirada, con lo que me cuesta...
Pero lo hago, siempre lo hago cuando te veo pasando por el pasillo o bajando las escaleras mientras te cruzas conmigo y disimulo una sonrisa mientras agacho la cabeza y te niego una mirada. Mientras, paso por delante tuyo y me invento un nuevo tema de conversión para hablar con mi amiga, porque al verte se me olvida lo que me decía, pero de nada sirve si te veo sentado a su lado, sin parar de sonreírle, con esa cara de tonto que se te pone cuando estás cerca de ella.
Aún así, siento, creo, espero que estás incubando un bello sentimiento hacia mí, que crece y crece cada vez más cuando e cuentas tus cosas, cuando te muestro mi ayuda y apoyo incondicional. Y por eso sueño con que algún día te encuentres a mi lado, acariciándome, hablándome lentamente al oído mientras susurras un dulce y profundo te quiero.

Noviembre Sorpréndeme,

dije el día tres de ese mismo mes, cuando pesía y anhelaba tantas cosas, tantos sueños. ¿Se cumplieron? No. 
¿Por qué a noviembre? Me pregunto siempre; mas nunca encuentro respuesta... Supongo que fue porque mi nacimiento fue a mediados de ese mes, o quizá porque fue cuando me di cuenta de que tenía a mi lado, de que estabas ahí para ayudarme. 
Moviembre, noviembre, noviembre. Me has fallado. ¿Me ha fallado noviembre o me ha fallado yo misma? Ni idea, nunca he tenido las sufiientes fuerzas como para asumir las cosas por mi misma, o para decir lo que siento en cualquier momento, para decir que este mundo es una gran mierda rodeada de pequeñas flores infravaloradas; para gritarle a la vida que me diga la verdad de todo, que me diga quien está allí arriba y porqué nos hace cometer tantos errores.
No lo entiendo... Años creyendo que siempre habrá algo que nos protega, que nos valora y que nos busca. ¡MENTIRA! con tan solo madurar un poco (madurar, qué ironía), tengo el suficiente uso de valor coo para darme cuenta de que estmos solos, solos ante el largo camino de la vida que jodidamente siempre nos lleva la contraria, haciéndonos descubrir lo desgraciadamente desgraciados que somos, mostrándonos un camino erróneo para equivocarnos y volver a empezar a seguir nuestro destino.
¿Destino? Fantasía lo llamaría yo. Yo soy la persona que die lo que hago y lo que siento, no hay nada escrito en mi historia premeditadamente, aquí quien marca los tempos soy yo y no mi profesora de música.

Así mismo, se lo dije.

casi sin mirarle a la cara, avergonzada de mis sentimientos. Pero pude percibir que acariciaba mi pelo lentamente, intentando hacer coincidir nuestras miradas mientras dibujaba una sonrisa en su cara. Me preguntó el por qué de todo esto, de lo que le había dicho, no supe contestarle con palabras, eres indescriptible, dije, mientras sentía como aceleraba mi corazón al estar cerca de él, al sentir su respiración. ¿Sabes qué?, me preguntó. Intrigada, le dije que me lo dijera, a lo que contestó: En la vida, nunca podré cambiar este momento a tu lado, pase el tiempo que pase y derramando las lágrimas que derrame, este momento se va a quedar marcado en mi memoria como un sueño hecho realidad, como una verdad que quiero, pero que me cuesta aceptar por miedo a que me caiga de la cama, derramando una lágrima por darme cuenta de que esto no ha ocurrido realmente. Este instante se va a quedar marcado en un segundo por un beso que te robe o una frase que te dedique, ¿sabes?, desde este instante me he dado cuenta de que eres la leche de mi café, la cafeína de mi Coca-cola o simplemente la razón por la que mi corazón bombea mi sangre. Eres ese tema de conversación del que no me canso de hablar, eres esa persona que me alegra las mañanas, tardes y noches, eres esa vida de la que tanto me cuesta despedirme. Me dejas sin palabras, sin tantas, pero me quedo con las más importantes en este momento, que te amo, que eres mi sueño hecho realidad, que no encuentro otra razón por la que despertarme cada mañana, ni por la que demostrar mi sonrisa al mundo, eres todo, y con ese todo me quedo en nada, te quiero.